El efecto Pigmalión (o efecto Rosenthal, por su autor), es una profunda creencia en que algo podrá suceder (que quizás tenga probabilidades de que surja de forma espontánea) y que finalmente termina sucediendo. Es el poder de la profecía autocumplida.
Cuando se produce una salida, un despido, a veces pilla por sorpresa, en otras, parece como si de un sueño repetido se tratase.
La primera palabra que a veces pronuncian algunos es, «mierda, lo sabía», o, «la verdad, no me sorprende, me lo esperaba».
Ante estas situaciones, a los managers, sólo les queda intentar -como escribía en , «El Despido: 3 Haches clave para una buena desvinculación «-, tener el máximo de Honestidad, Humildad y Humanidad para generar el menor daño posible y una pronta recuperación.
Aunque comencé el post con un tono poco optimista, te animo a seguir leyendo, porque espero que estas líneas te llenen de positivismo y te ayuden a #Liderar mejor.